LA CONSTRUCTORA HUMANIZADORA: PRESENTE Y FUTURO (I)
(Programa de Empleo de Norai)
Mi nombre es Sindy y soy de Nicaragua. Mi padre trabaja en la construcción como albañil, desde hace años. Cuando vivía allí y tenía que trabajar cerca de casa, siempre le acompañaba. Poco a poco me fue entrando el gusto por ese trabajo.
Cuando llegaste a España, ¿cómo retomaste contacto con el sector?

Yo no me imaginaba que iba a trabajar en ello. La primera opción que una mujer tiene cuando viene es principalmente cuidar a personas mayores o trabajar en la hostelería. Así que cuidé a una persona anciana durante 5 años. Fue entonces cuando conocí a la Asociación Norai y me enteré que tenían una empresa de construcción. Fue algo impactante, porque desde el principio me sentí atraída e identificada con el planteamiento. Mi impresión fue que era algo mío, que dialogaba con algo muy propio, aunque al principio no llegué siquiera a expresarlo. Gracias a Dios, las cosas se fueron dando.
¿Cuánto tiempo hace de eso?
Aproximadamente, unos 4 años.
Empezaste ya como gerente de un equipo formado únicamente por hombres.
Sí, para mí fue una gran sorpresa y un reto. En principio, me incorporé al Programa de Vivienda. Cuando pasé a la constructora me asaltaron las dudas porque, ¡únicamente veía obstáculos! Con el tiempo, fueron desapareciendo. Sin duda, es un sector mayoritariamente masculino pero, conecté con una pasión que yo llevaba dentro de mí.
La empresa tiene un nombre peculiar: "Constructora humanizadora". ¿Qué la diferencia de otras empresas del sector?
El nombre me ayuda a situarla con una doble misión: reparar o construir edificios y viviendas pero, sobre todo, construir personas humanizando su vida. En mí, todo encajaba con mi proyecto vital.
¿Qué valores se transmiten? ¿En qué medida tu labor de gestión te enriquece como persona?

El mundo de la construcción con frecuencia deja de lado los valores humanos. Para nosotros, la persona es el centro, lo primero. Lo cual repercute directamente en el modo de realizar el trabajo, o al menos lo intentamos. La historia que vamos escribiendo juntos persigue la promoción personal y profesional de los trabajadores. Por lo tanto, la formación es un elemento esencial. En este sentido, el modo de trabajar cada día también es clave, aprendiendo unos de otros. Somos personas singulares pero también nos sentimos un mismo equipo. Valores como el respeto en el trato, la comunicación, la responsabilidad con la tarea encomendada, el cuidado del material utilizado, la toma en consideración de los requerimientos del empleador son parte de nuestro modo de realizar nuestra labor.
Desde que iniciaste a trabajar ahí, me decías que has realizado 9 cursos diferentes, en su temática y extensión. ¿Qué importancia tiene este componente formativo?
Nos ayuda a crecer como personas y como profesionales. Nos sentimos responsables del proceso que realizan quienes se van incorporando al equipo. Ser pioneros aporta un plus de compromiso e implicación.